Se trata de respetarte y de respetar: La Asertividad

“Si quieres ser respetado por los demás, lo mejor es respetarte a ti mismo. Sólo por eso, sólo por el propio respeto que te tengas, inspirarás a los otros a respetarte”.

Fedor Dostoievski

«Muchos de nosotros no podemos satisfacer nuestras necesidades, porque decimos “sí”, cuando deberíamos decir “no”».

William Glasser

 Y ya hemos llegado hasta diciembre, el último mes de este año 2022, en el cual hacemos balance de las cosas que hemos logrado y la que estamos en vías de conseguir. Para ello, este mes vamos a hablar de una de las habilidades blandas más útiles, no solo para conseguir nuestros objetivos, sino también para sentirnos bien, apreciados y valorados por los demás, pero también por nosotras mismas, estoy hablando de la asertividad.

La asertividad es una habilidad personal que ayuda a expresar nuestros sentimientos, opiniones y pensamientos de una manera adecuada, sin hacer daño a los demás. Es entonces, una manera de interactuar de forma efectiva, directa y honesta, teniendo como principio básico el respeto por una misma.

Es una mezcla entre inteligencia y gestión emocional, que se traduce en tener la capacidad de expresar lo que pensamos y sentimos de manera firme, honrando nuestra posición y respetando la de los demás. Esta habilidad blanda nos permite expresar nuestras opiniones teniendo el control sobre lo que decidimos y hacemos, con o sin la aprobación de otras personas, sin sentirnos mal.

Ante cualquier situación que se nos presente, tanto en nuestra vida laboral como en lo personal, podemos adoptar alguno de los tres comportamientos: ser pasiva (nos dejamos llevar por la corriente y los pensamientos de los demás), agresiva (reaccionamos con violencia ante las propuestas de otras personas), o asertivas (damos nuestro punto de vista, con amabilidad, valorando nuestra opinión y defendiendo nuestra forma de ver las cosas). Es así que, cuando permites que otras personas tomen decisiones por ti, no tomen en cuenta tus aportaciones o no te valoren, estás siendo una persona pasiva. Y cuando impones tus ideas sin considerar lo que opinan los demás, entonces estás siendo agresiva.

A lo largo de los años, al trabajar en  entornos empresariales, me he dado cuenta de que se presentan situaciones en las que debemos entendernos con personas de diferentes edades, personalidades y experiencias y como dice el primer precepto de la Programación Neurolingüística “El mapa no es el territorio”, y cada persona tiene una “interpretación de la realidad”; es por ello que debemos defender nuestras ideas, sin desvalorizarlas ante las de los demás, porque cada uno considera que tiene la razón o fuerza la situación porque le “conviene tenerla”.

Ser asertiva te hará aumentar la confianza en ti misma, comprenderás mejor quién eres, cuáles son tus sentimientos y cuál es el valor que aportas a los demás, ya que la asertividad está íntimamente relacionada a tu nivel de  autoestima y a la capacidad de ser la protagonista de tu vida.

El comportamiento asertivo ofrece muchas ventajas en el entorno laboral. Además de bajar los niveles de estrés y ayudar a tener un mayor rendimiento gracias a la mejora de la autoestima y la confianza, ser una persona asertiva trae más beneficios económicos a las empresas porque defienden sus intereses y no aceptan un no por respuesta, además de estar siempre enfocados en relaciones ganar-ganar.

Sin embargo, para mejorar esta habilidad debemos tener en cuenta algunas cosas.

¿Cómo mejorar tu asertividad?

1.- Comunícate, nadie puede leer tu mente: Las personas que te rodean no pueden saber lo que pasa por tu cabeza, así que anímate a expresar lo que piensas y sientes para que tengan en cuenta tus necesidades. Tu pareja no sabe si necesitas que se encargue de poner la lavadora y tus empleados no saben qué necesitas que se queden una hora más.

No asumas que los demás deben saber, intuir o pensar como tú. Díselo de manera calmada y sin reproches.

2.- Reconoce tu valor y acepta que somos diferentes. Si no te quieres a ti misma, no podrás ser asertiva. Debes ser capaz de reconocer tu valor, de sentirte la persona más importante de tu vida; pero también debes esforzarte por entender a los demás y darle la importancia que merecen.

3.- Practica la escucha activa: Sin duda una habilidad de comunicación, de la que ya hemos hablado este año en el mes de agosto, que te permitirá tener mucha información sobre la manera de pensar de los demás y también te dará mucha información de cómo se sienten, lo cual se expresa a través de su lenguaje no verbal.

Deja que el otro se comunique sin presión, pon toda tu atención en sus mensajes, no le interrumpas, muéstrale interés y empatiza con lo que te cuenta. De esta manera, tu comunicación pasará a otro nivel y podrás inducir a que la otra persona te escuche activamente cuando plantees tu punto de vista.

4.- Deja de disculparte: Se firme con tus ideas, no te sientas mal por estar en desacuerdo con los demás, no siempre tienes que pensar igual a tu jefe, tu pareja o un amigo.

Si pides disculpas por algo que no se justifica, terminas desacreditando tus propias ideas y además resaltarás tus inseguridades, disminuyendo tu autoestima. Tu opinión es tan válida como la del otro.

Técnicas para mejorar la asertividad

Y como toda habilidad, mientras más entrenes más grado de satisfacción podrás conseguir, por ello y para vivir de manera relajada, productiva y feliz; aquí te comparto algunas:

Técnica del Sándwich: En esta técnica súper efectiva, se utiliza una expresión formada por tres partes. Se comienza con un refuerzo positivo, en el medio se verbaliza petición de cambio o la negativa, y al final se expresa un mensaje de gratitud.

De esta manera la parte menos positiva queda arropada de algún modo con las expresiones positivas y se suaviza el impacto de tu opinión.

Técnica del Banco de Niebla: Se trata de un método en el que se acepta sin discutir la parte de razón que tiene la otra persona. Es necesario expresar que su argumento tiene una parte de razón, pero que el tuyo es otro. Después de eso debes expresar tus ideas de forma tranquila.

El objetivo es que el otro interlocutor perciba tu entendimiento y que no se sienta criticado, todo esto sin renunciar a tus propias ideas.

Técnica del disco rayado: Se trata de repetir una y otra vez tu afirmación a la persona que parece no aceptar lo que le dices. Ante la insistencia, debes repetir el mismo mensaje, pero siempre con amabilidad y nunca con un tono irónico, despectivo o condescendiente.

La idea es mantenerte firme en tu opinión, dejando claro que no vas a cambiar de posición.

Despertar tu asertividad implica que hagas saber al mundo lo que piensas y sientes, para ello la última recomendación es que uses palabras que te ayuden a comunicar de manera cordial, como las expresiones: “por favor”, “gracias”, “podrías ayudarme”, “serías tan amable” ayudan a que la comunicación sea más cercana y empática.

Para entrenar la Asertividad, te invito a expresar y defender tu punto de vista en cualquier situación, ya que para desarrollar cualquier habilidad es necesario practicar de manera que mientras más la practiques más segura de ti misma te sentirás.

 

Como siempre quedo a tu disposición para aclarar cualquier duda o si necesitas apoyo para desarrollar cualquiera de las 12 habilidades blandas hemos trabajado a lo largo de este año puedes escribirme a:

hola@diamantinacenteno.com

¡Estaré encantada de ayudarte!

¡Gracias por estar! ¡Vamos juntas!

 

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