Por mi experiencia en el mundo de los negocios, los grandes cambios no siempre vienen de decisiones épicas o inversiones millonarias. A menudo, el verdadero impacto nace de lo que haces cada día, casi sin darte cuenta: tus hábitos.

Sí, esos pequeños gestos que repites en piloto automático tienen más poder sobre tu productividad, tu energía y tus resultados que cualquier herramienta digital o estrategia de moda.

En la vida de una empresaria o autónoma, donde los límites entre lo personal y lo profesional a veces se desdibujan, los hábitos se convierten en anclas: te sostienen en días caóticos, te dan foco cuando hay mil distracciones, y te ayudan a construir una rutina que realmente trabaje a tu favor.

En las sesiones de Mentoring a lo largo de estos 12 años como profesional,  he visto de todo: agendas infinitas, listas de tareas que se reescriben más que se completan, y esa eterna sensación de “no tengo tiempo” o “voy como pollo sin cabeza”, a lo que siempre aconsejo escribir la frase “No tengo tiempo” en un papel y luego tachar la palabra “tiempo” por “vida” y volver a leer “No tengo vida” y es que es asi como nos sentimos en muchas ocasiones; pero a menudo, el problema no es falta de capacidad, sino de estructura mental y hábitos diarios.

Incorporar hábitos no es un lujo, es una necesidad estratégica. Porque cuando optimizas tu día a día, tu negocio también se transforma.

Hoy quiero compartir contigo cinco hábitos tan simples como poderosos de los que he hablado en el Programa “Vive con Éxito” que tengo cada jueves a las 8.45 y que puedes escuchar en directo a traves de Instagram, (te dejo el link abajo, para que lo escuches). Yo el uso a diario, los aplican muchas de mis clientas… y lo mejor: ¡funcionan!

Hábito N 1.- Haz la cama (sí, esto también es estrategia)

Puede sonar ridículo, pero hacer la cama activa una sensación de logro y control sobre tu entorno. William McRaven, un excomandante SEAL, escribió un libro entero sobre esto. ¿Por qué? Porque esa acción sencilla te dice: “ya empecé el día ganando” y además cuando regresas a casa, encuentras un espacio ordenado para descansar.

Esto es lo que me compartió Laura, una fotógrafa autónoma de Salamanca que empezó este hábito después de una sesión de mentoría y me dijo al mes siguiente: “Parece una bobada, pero me siento más enfocada. Me cambia el chip por completo”.

Hábito N. 2. Comienza el día haciendo una “tarea tonta”

Contestar a ese correo con un “ok, gracias”, es una micro tarea que nos ayuda a romper la inercia para empezar el día. Según Timothy  Ferris, autor de “La semana laboral de 4 horas” esto se llama generar un “momentum productivo”.

Como por ejemplo me cuenta Mariángeles, asesora de seguros, que empieza el día archivando dos documentos fáciles. “Antes me atascaba mirando la agenda. Ahora empiezo con algo sencillo y ya estoy en movimiento”.

Hábito N. 3 Trabaja en bloques de 17 minutos

A veces pensamos que por estar sentadas frente al ordenador o en nuestro puesto de trabajo jornadas largas estamos produciendo más y la verdad es que las sesiones largas están sobrevaloradas. Un estudio del grupo Draugiem descubrió que bloques cortos y pausas frecuentes mejoran el foco. Si eres creativa, esto es vital.

Para ello, puedes usar la técnica Pomodoro, en la que asignas un periodo corto de tiempo (17 min) de súper concentración, te distraes 3 y vuelves a empezar el ciclo.

El otro día me comentaba Pilar, diseñadora freelance,  que para hacer propuestas visuales que requieren  activar su creatividad  usa bloques de 17 minutos, dice:  “Es perfecto. Me concentro a tope y luego me estiro o reviso mensajes sin culpa”.

Hábito N. 4 Di en voz alta lo que vas a hacer

Si trabajas sola, hablar contigo misma puede parecer raro (o de película), pero es ciencia pura. El psicólogo Ethan Kross dice que verbalizar una acción activa el área del cerebro relacionada con el enfoque, porque no solo lo piensas, sino que lo escuchas como si te lo dijera tu jefe.

Para Ana, empresaria digital de la famosa marca Nuskin, dedicada a los dispositivos y productos para el cuidado personal, ella misma se dice: “Voy a publicar el post de hoy” antes de abrir Instagram y esto le  ayuda a no perderme en las notificaciones.

Hábito N. 5 Cierra las pestañas abiertas de tu ordenador que no estés usando, guarda los papeles o pon orden en tu sitio de trabajo.

Está demostrado que uno de los mayores ladrones de tiempo es el desorden, ya que el enfoque no se pierde con grandes interrupciones, sino con pequeñas fugas de atención. Cal Newport lo llama “coste de cambio”. Cada pestaña abierta o papel desordenado le roba energía a tu mente.

En mi caso, he incorporado este hábito y he observado una mejora de al menos un 50% en el tiempo de creación de contenido para redes, ya que es muy fácil perderse en el laberinto de informacion de internet y cambiar de foco continuamente.

En resumen, incorporar hábitos sencillos pero efectivos puede marcar la diferencia entre sentirte agotada cada día o liderar tu negocio con claridad, foco y energía. No se trata de hacer más por hacer, sino de crear una rutina que te sostenga, te motive y te ayude a crecer con equilibrio.

Si sientes que te cuesta sostener estos cambios por tu cuenta, o que tú día a día está tan lleno que no sabes por dónde empezar, estoy aquí para ayudarte.

Como consultora estratégica especializada en acompañar a empresarias y autónomas, te acompaño a diseñar una rutina a tu medida, con hábitos realistas y herramientas de entrenamiento mental prácticas que mejoren tu productividad y tu calidad de vida sin que tengas que sacrificarte en el proceso.

Escríbeme a hola@diamantinacenteno.com y aprovecha una de las 3 sesiones estratégicas gratuitas este mes, para que evaluemos la posibilidad de  trabajar juntas en crear un sistema que funcione para ti. Porque tu negocio necesita estrategia, sí… pero tú también necesitas espacio para vivir con calma y claridad.

“La productividad no es hacerlo todo a la vez, es hacer lo importante con intención, la mayoría de las veces: menos es más”.