Lo que no se aprende en la Universidad
La digitalización es un cambio que se aceleró con la pandemia y es irreversible.
Las empresas necesitan llevar a cabo procesos de transformación digital si quieren asegurar su sostenibilidad en el futuro. Esto también ha provocado que las compañías valoren cada vez más las habilidades humanas que la tecnología no puede reproducir.
Es por eso, las mal llamadas “habilidades blandas” son un factor clave en el clima laboral de las organizaciones. Este tipo de competencias deben ser desarrolladas en primer lugar por los lideres, autónomos o empresarios; para que luego, con un poco de formación y sobre todo con el ejemplo, sean capaces de transmitirlas a todo el equipo y en base a ellas se cree ese ambiente de trabajo en el que todos quieran poner su energía y conocimientos al servicio de la empresa, o mejor dicho de los clientes, que son en ultima instancia la razón de ser de cada empresa o proyecto.
La edad es un factor positivo a tener en cuenta en el desarrollo de este tipo de competencias. Los seniors ya han desarrollado a lo largo de su trayectoria vital y profesional este tipo de habilidades que necesitan las empresas.
Pero, ¿qué son las soft skills o habilidades blandas?
Son el conjunto de conocimientos, competencias y comportamientos que distinguen a dos personas. Capacidades que ayudan a que los equipos se compenetren mejor, trabajando de forma fluida y aumentando al máximo su productividad.
Algunas de las habilidades blandas más valoradas por las organizaciones son:
1. Creatividad. En un mercado altamente competitivo, las empresas deben tener en sus equipos personas creativas que aporten ideas nuevas y diferentes que las hagan avanzar.
2. Gestión del tiempo. Saber administrar el bien más preciado que tenemos, el tiempo, nos ayuda a realizar nuestro trabajo con éxito, dentro de los plazos estipulados, experimentando menos estrés y logrando mejores resultados.
3. Resolución de problemas. Desarrollar habilidades para resolver conflictos, nos permite aprovechar los problemas como oportunidad para enseñar e inspirar a otros miembros del equipo y para sentir el impulso de verlos como un nuevo desafío.
4. Colaboración. Tener un espíritu colaborativo se valora mucho en las organizaciones. Priorizar el objetivo común y ayudar a los demás, nos permite alcanzar los objetivos empresariales de forma más exitosa.
5. Pensamiento crítico. Ante problemas complejos, el pensamiento crítico de los miembros del equipo, gestionado adecuadamente por el líder, es fundamental para obtener diferentes puntos de vista de la problemática y encontrar así, una buena solución.
6. Inteligencia emocional. Potenciar habilidades emocionales y sociales como la gestión de las personas con inteligencia emocional, nos permitirá ser más empáticos ayudando a crear equipos más eficaces.
7. Escucha activa. Desarrollar esta habilidad comunicativa, permitirá aumentar la confianza del resto de tu entorno y estimular la participación de todos los miembros del equipo, además de ayudarte en la conexión real con los clientes para saber que desean en cada momento. No es casualidad que tengamos una boca y dos orejas.
8. Adaptabilidad. El mercado laboral está en constante cambio y las empresas deben adaptarse a los nuevos retos. Por eso, contar con profesionales con capacidad de adaptación, dispuestos a salir de su zona de confort, asumiendo nuevas responsabilidades es un elemento diferenciador entre las empresas modernas y las que están en camino de serlo.
9. Resiliencia. En los negocios, la mayoría de las veces, las cosas no salen como las hemos planeado, por tanto, entrenar esa capacidad de reinventarse y poner en marcha muestra mejor versión siempre nos dará buenos frutos.
10. Autonomía. Cuando el negocio crece ha llegado el momento de delegar, y eso solo se logrará si lo haces en personas seguras de sí mismas, sin miedo y con cierta autonomía, que no pongan sobre la mesa ningún problema sin haber pensado en varias alternativas.
11. Empatía. Ponerte en los zapatos de otro te permite tener una visión de “su mapa”, lo que te permite comprender mejor su punto de vista y ofrecer soluciones viables, no solo a tus compañeros de trabajo, sino también a los clientes.
12. Capacidad de aprendizaje. Es una competencia básica que debemos conservar a lo largo de nuestras vidas, ya que si no estamos dispuestos a aprender y no formamos a nuestro equipo, nos quedaremos atrás y la competencia nos superará cómodamente.
Siempre he aplicado que en los negocios “el que no avanza, retrocede”, porque si tu detienes, los demás no lo harán.
En esta época todo va a una velocidad de vértigo, por lo que si desarrollas estas 12 habilidades blandas en compañía de tu equipo de trabajo (de 2 o 100 personas), tu negocio será capaz de superar cualquier reto que se le presente.
Si quieres información de cómo entrenarlas, puedes escribirme a hola@diamantinacenteno.com
¡Te ayudaré encantada!